Querido año 2018, así como te agradecí lo que me deparaste y recibí (ver carta “Querido Año 2018 publicada en el Blog el 19-12-18), vengo a despedirme de algunas cuestiones, que van a quedar aquí contigo, porque no dispongo de lugar para alojarlas en el 2019:
Me despido hoy de ser la madre de nenes chiquitos. Los chicos han crecido y hoy son hombres. Ya no voy a “cachorrizarlos” (excelente definición que me aportó Susana Maio Sasso @sumaio) Los libero de mi maternaje “chiquitizante” (este término es mío) y los promuevo a su verdadero status: Adultos.
En este acto, me desligo del miedo a exponer y expresar en forma presencial y virtual. Este miedo no tiene espacio porque es muy testarudo y no armoniza con la planificación que estoy realizando del 2019.
También te dejo aquí, año 2018, mis dudas acerca de si puedo, debo o estoy a la altura de trasmitir, asesorar y dar cursos de formación. Haz con estas dudas lo que te plazca. Conmigo no vienen al Año Nuevo.
Abandono a su suerte al último resabio de sentimiento de carencia que hubiera permanecido oculto en el 2018. Ya te ví! Te quedas aquí!
Y por último, sé que esto te va a pesar, 2018, pero esta bolsa ya no puedo cargarla en el 2019: te hago entrega del desorden, la indisciplina y la inseguridad, porque todo este lugar lo ocupo con la Fe en mí misma.
Así que tienes un trabajito, año viejo, entrega este paquete al Universo, que se disuelva y no se apegue a algún desprevenido, que siempre hay.
2018, me siento liviana como una pluma!!!
Muchas Graciaaasssss!!!!!
Estimada hermana, nunca te sentí tan liviana. Me da pudor escribirte algo pues te estás volviendo sabia. O savia, qué es lo mismo. Nos vemos en el 2019, ya tenemos cita.!!!!
Hola Quique Hermoso! Viste Hermoso viene de Hermano? Hermoso Hermano, gracias a la Vida por habernos encontrado! y dale! mandame tu comentario!