Que desde mi propio centro decida mi ruta, esto me ordenó el Comando Central.
Como si fuera fácil.
¿Cuál es mi propio centro? ¿El centro de mi cuerpo físico? ¿El estómago, el corazón, la columna vertebral?
O se habrá referido al centro de mi pensamiento?
Este lenguaje que lo da todo por entendido y hace creer que estamos hablando de la misma cosa es un inconveniente.
Entiendo que al llegar a la Tierra la baja de mi frecuencia vibratoria tiene consecuencias.
La falla en la conexión, el contacto, es lo más grave.
Extraño mi hogar. Necesito sentir la unión con mis compañeros planetarios, la entrañable sensación de amparo y pertenencia, el contacto con todos, incluyendo los demás reinos.
La granja Arco Iris está creciendo, los vegetales han sido informados por ondas de radio del motivo de mi ausencia. Pero me pregunto si lograrán sostener el ritmo de crecimiento sin alteraciones.
Estoy en conexión permanente con los seres vegetales a través de nuestro fluído áurico. Yo visualizo la forma lograda de los frutos y ellos disfrutan de cumplir con la imagen arquetípica que les trasmito. Pero aquí es tan difícil…
Tampoco encuentro el otro extremo del canal conector con mi amoroso compañero Tornasolado. La dualidad unificada de nuestra pareja galáctica está intacta. Pero aquí en la Tierra, el velo del olvido con que los humanos nacen, genera una ilusoria separación que afecta a todos los habitantes, incluso los que venimos en misión extraplanetaria.
Todo aquí tiende a la separación y al aislamiento, y eso afecta mi carga vital energética.
¿Serán concientes de que están fracturando la capa psíquica orbital gravitatoria?
Cada quien aquí se considera a si mismo solo, aislado, no vinculado a la Tierra ni a los coplanetarios.
Es casi ridículo. Cómo pueden pensar así?
Si algunos habitantes hicieran el ejercicio de contacto instantáneo romperían el hechizo de la separación. Y si fueran varios, la reacción en cadena los despertaría a todos.
Comparo esta pobreza emocional con nuestra intensa comunión quántica y siento una profunda pena.
Nuestra unión nos ilumina, y aquí la ilusión de separación los divide en facciones múltiples, produce brutalidad, ignorancia, aislamiento, miedo.
Estoy triste.
No sé si pueda hacer algo útil aquí para ayudar a revertir este proceso.
Que desde mi propio centro decida mi ruta…
¡Ya entiendo! Mi propio centro es el centro común con todos, ellos y nosotros.
Entonces… la ruta es … ¡Para Adentro!
La agente Arco Iris se ha vuelto a conectar con el Sol Central.
Hay esperanza.